Quiénes Somos

El primero, rehabilitar y dar una formación integral al mismo niño: ayudarle a sanar el
maltrato recibido, procurando un ambiente familiar de atención particularizada que le lleve a
adquirir estabilidad emocional. A la vez, desde que un niño llega con nosotros, iniciamos
una labor de formación familiar alrededor de tres grandes valores y cuatro habilidades
necesarias para vivir en familia. Con éstas el niño aprende a escucharse y escuchar; a
expresarse y aceptar que otros se expresen como son; a conectar consigo mismo y las
personas de su entorno y a proyectar su vida por medio de decisiones que, en el aquí y
ahora toma, motivadas por la intención de mejorarse a sí mismo y de hacer un bien a
quienes le rodean. Estas habilidades las practicará ejercitándose en tres grandes valores:

● El respeto encaminado a la amistad, es decir, la amabilidad y cordialidad con la que
se relaciona, reconociendo la dignidad humana de todos.
● La responsabilidad personal y social, que es la actitud de honrar la propia palabra y
hacer un bien a quienes forman su entorno. Y
● La solidaridad, que le lleva a hacer propias las necesidades del otro al punto de
apoyarle desinteresada e incondicionalmente.

El segundo programa se encamina a la rehabilitación de las Familias Biológicas y el
acompañamiento de las mismas en el proceso de adquirir habilidades protectoras hacia sus
hijos a fin de que se re-integren con ellas o, en su defecto, probar jurídicamente que el
menor de edad necesita de otra familia, sea de adopción o de acogimiento.

Nuestro tercer programa llamado: Familias de Amor, se dirige a formar familias sanadoras
que colaboren con nosotros en la rehabilitación completa de los niños, sea apoyándonos
con un apadrinamiento afectivo mientras conseguimos que el menor termine en una familia
apta; o como familia de acogimiento familiar o adoptiva.
2019 se vislumbra como un año para consolidar estos tres programas y seguir así
propiciando que cada niño de La Gran Familia pueda vivir en una familia sana.