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Una persona que hace las veces de mamá / papá con grupos de 8 a 10 niños los 7/24/365. Alimento, vivienda, vestido e higiene personal, actividades recreativas.
Formación integral.
¿Que implica tener un niño en Residencia?
Pensamos siempre en proporcionarle sus necesidades primarias de alimento, vestido, vivienda. Pocas veces consideramos la necesidad emocional de tener personas significativas en su vida que velen por su bienestar emocional y afectivo.
Las regulaciones para los menores en residencia han ido promoviendo modelos familiares para evitar internados en los que el modelo de regimiento prevalezca.
Niños Maltratados en Residencia
Ofrecer atención a un niño maltratado es más o menos fácil, dependiendo del daño emocional y afectivo que presente. Ofrecer atención a grupos de niños maltratados de diversa forma, resulta complejo. Más cuando estos menores recibieron el maltrato en el seno familiar. El comportamiento grupal puede potenciar comportamientos infractores caracterizados por la violencia. En este caso estaríamos propiciando a sociópatas que en un futuro serían los mejores candidatos a la delincuencia. En La Gran Familia creemos en la restauración completa de la persona, sea niño o adulto. Creemos que los grupos también pueden agudizar la motivación para adquirir habilidades para la vida caracterizadas por la solidaridad, la responsabilidad personal y social, y por el respeto encaminado a la amistad.
Formación Integral
Nuestro modelo de atención potencia un programa de formación que va instalando recursos de auto-cuidado en una proyección de vida sana en el aquí y ahora. Dentro de la dinámica de manejo de grupos en La Gran Familia se pone en juego la combinación del buen trato con la firmeza; de la confianza con la vigilancia y guía; de la escucha con la justicia; de los convenios y acuerdos en la promoción de una disciplina basada en el amor.
A lo largo del año, a través del juego, de actividades creativas y reflexivas se les imparten temas en: competencias familiares de acuerdo a nuestro modelo de atención; formación de la sexualidad; educación para la paz; adquisición de habilidades para la vida; inserción laboral a partir de los 15 años para quienes han alcanzado ciertos privilegios.
Niños preparados para vivir en familia
En definitiva se trata de restaurar en el niño su autoestima y credibilidad en sí mismo de tal forma, que queda habilitado para vivir en armonía con una familia bien-tratante.